Brenda Gaona
PSICOTERAPEUTA GESTALT
Mucho de lo que conocemos sobre el amor proviene de lo que nos han vendido las películas, los libros, las series y, en general, todo lo que se expone públicamente sobre relaciones famosas o consideradas como “modelos”. Aunque se ha difundido la idea de que el amor implica encontrar a “tu persona ideal” —alguien con quien compartas valores, creencias, formas de pensar e incluso gustos similares—, la realidad suele ser muy distinta.
De hecho, la construcción de relaciones sanas va mucho más allá del amor romántico y, en muchos casos, representa un trabajo constante de sanación y encuentro con uno mismo.
Aquí te comparto una serie de claves que, en mi experiencia como terapeuta, han sido fundamentales en el trabajo con relaciones amorosas, y con las que muchas personas se enfrentan. Considero que pueden ayudarte a comprender mejor nuestro papel dentro de los vínculos que formamos.
Porque sí: el amor sano es incómodo… pero no todas las personas están listas para tener esta conversación.
1. El amor sano te hace responsable.
Tal cual: este tipo de construcción del amor implica una invitación a tomar responsabilidad. No puedes culpar ni evadir situaciones: debes afrontarlas.
2. El amor no basta.
El sentimiento por sí solo no es suficiente. Se requiere madurez emocional: no solo saber escuchar, sino también comprender y hablar sobre temas difíciles, establecer límites y proponer acuerdos. Además, implica soltar patrones tóxicos como el control, el autosabotaje o la codependencia.
3. Te obliga a desaprender.
Muchas veces, las discusiones o desacuerdos reflejan lo que vimos en casa: cómo se enfrentaban los conflictos nuestras figuras de referencia. El verdadero reto está en aprender nuevas formas de comunicarnos y resolver.
4. El amor sano exige honestidad.
Para resolver conflictos de manera genuina, hay que ser auténtico con lo que sentimos. Nada de manipular, jugar o esconderse detrás de máscaras.
5. Impulsa el crecimiento.
Estar en relaciones sanas —no solo románticas— implica crecimiento. El amor sano te saca de tu zona de confort y te impulsa a ser mejor.
6. El amor debe ser recíproco.
Dar y recibir en justa medida es una base fundamental de cualquier vínculo sano.
7. Las relaciones sanas no salvan.
No puedes seguir jugando el papel de víctima. El amor sano te invita a hacerte cargo de ti, de tus pensamientos y emociones.
El amor sano no es perfecto, pero sí es consciente. Y, aunque no es un cuento de hadas, puede llevarnos a construir vínculos más auténticos, duraderos y verdaderamente significativos.
Contacto: bren0gaona@gmail.com

