*Nezahualcóyotl mira al mañana: el informe que convirtió la política en una experiencia tecnológica
*La tecnología se volvió un protagonista que definió un nuevo rumbo político
Esteban Faustino Carrera García
Futurólogo y Presidente del Consejo Nacional de Inteligencia Artificial, Tecnologías Emergentes e Industrias del Futuro
En América Latina y en México, la política vive una paradoja: nunca habíamos tenido tanta tecnología disponible para comprender a la sociedad, para escucharla, medir problemas y diseñar soluciones; y al mismo tiempo, nunca había existido tanta desconfianza hacia los partidos, los políticos y las instituciones. La brecha entre lo que se podría hacer y lo que realmente se hace es enorme.
En casi toda la región vemos el mismo escenario: sociedades cansadas de la corrupción, la impunidad y la desigualdad evidente en cada esquina; pero también sociedades hiperconectadas. Hoy el celular es omnipresente, las redes sociales marcan el ritmo emocional de la conversación pública y los jóvenes se informan más por TikTok, YouTube o Instagram que por televisión. Las decisiones que antes se tomaban en cafés y oficinas se discuten ahora en grupos de WhatsApp, Telegram o X. Latinoamérica es, al mismo tiempo, profundamente territorial y profundamente digital: se vota en una casilla física, pero cada vez más se decide en una pantalla.
La disrupción tecnológica que atravesamos está transformando por completo nuestra realidad. El mundo avanza aceleradamente hacia la Cuarta Revolución Industrial: digitalización de sistemas, automatización, inteligencia artificial, fusión tecnológica y nuevos modelos de aprendizaje. Este cambio impacta de manera transversal en la economía, la educación, la industria, el empleo y, sobre todo, en la política y el gobierno.
Comprender las emociones, actitudes, deseos y necesidades de la sociedad exige innovar con propósito: crear estrategias de alto impacto y evolucionar el discurso para responder a un mundo con nuevas reglas. La política del futuro debe identificar los temas donde la sociedad ya está participando, incluso cuando la agenda pública parece no alcanzarlos. Temas que antes eran de nicho hoy son preocupaciones mayoritarias.
En ese contexto, asistir al Primer Informe Legislativo & Congreso Ciudadano de la Diputada Local del Distrito 41 en Nezahualcóyotl, Carmen de la Rosa, fue una grata sorpresa.
La Diputada, Maestra Carmen de la Rosa utilizó tecnologías del presente y del futuro en un informe inédito: pantallas interactivas, escucha activa, contenidos dinámicos, códigos QR y un avatar digital de ella misma (convirtiéndose en la primera mujer política en hacerlo en el Estado de México). Con ello transformó el tradicional acto protocolario cuadrado y acartonado en una experiencia innovadora, humanista, cercana e inclusiva.
El mensaje fue claro: el ciudadano al centro. Los asistentes dejaron de ser espectadores pasivos para convertirse en participantes activos que opinan, exploran herramientas digitales y conocen tecnologías que pueden potenciar sus actividades personales y comunitarias. La tecnología suma, multiplica, amplifica, y la diputada dio un ejemplo de visión, innovación y prospectiva al integrarla en un sector tan complejo y desgastado como la política.
El informe del 22 de noviembre, realizado en la explanada del Palacio Municipal de Nezahualcóyotl, se convirtió en una experiencia distinta: un ejercicio interactivo que mostró el potencial de la tecnología cuando se usa con ética y transparencia para fortalecer la democracia y mejorar la vida pública.
Carmen de la Rosa mira al futuro. Se posiciona como una política capaz de abanderar causas emergentes que ya forman parte de la agenda social: derechos digitales, protección de datos, combate a la desinformación, acceso a la tecnología como derecho habilitante, empleos del futuro, transición energética justa, economía de plataformas con derechos laborales, innovación en salud y educación. No se trata de abandonar los temas clásicos—seguridad, empleo, servicios públicos o corrupción—, sino de abordarlos con herramientas nuevas y una lógica distinta.
Comparado con la política tradicional, el uso responsable de la tecnología marca una diferencia contundente. Donde antes la gestión se llevaba en una libreta, ahora se pueden mapear problemas por colonia y dar seguimiento público. Donde la consulta ciudadana era una reunión con los mismos de siempre, hoy puede haber plataformas abiertas para deliberar, votar y priorizar. Donde un partido era una caja negra, ahora puede mostrar datos, decisiones y finanzas. Donde antes se “movilizaba” gente, ahora se puede formar ciudadanía con habilidades digitales, pensamiento crítico y liderazgo para resolver problemas locales.
Este ejercicio realizado por la Diputada De la Rosa nos obliga a pensar que la política tiene dos caminos: transformarse o deteriorarse. En México y América Latina ya vemos a personas alejándose de los partidos y buscando movimientos sueltos, candidaturas independientes, influencers políticos, activismo digital o apatía. La confianza tiene límites, y en muchos lugares ya se rebasaron. Un político que no innove quedará atrapado en el pasado, perdiendo representatividad y capacidad de transformación.
La tecnología seguirá entrando al juego político con o sin partidos innovadores. Si los actores responsables no la usan para escuchar, prevenir, medir y rendir cuentas, otros la usarán para manipular, polarizar o explotar. De ahí la urgencia de apropiarse de estas herramientas con responsabilidad.
Al final, se trata de algo simple: o la política se actualiza para resolver problemas en un mundo digital, o quedará reducida a un teatro mientras las decisiones se toman en otros espacios, como corporaciones, plataformas tecnológicas o grupos de poder que sí entendieron el futuro.
La innovación política requiere tecnología, sí, pero también mentalidad y voluntad. La Diputada Maestra Carmen de la Rosa ya se colocó en esa ruta: demostró visión, sentido de futuro y compromiso con la transformación desde la onceava ciudad más poblada del país, donde ya comenzó a imaginar el Neza del mañana.
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